Dando el primer Baño al Cachorro

bañar a un cachorro de perro

El primer baño de un cachorro es una situación traumática que debe ser bien planeada para conseguir que se convierta en una experiencia placentera para el resto de su vida, y gracias a interner no deben surgir dudas ningunas.

Cuando el cachorro es separado de su madre y hermanos y llega a la que será su propia casa, se encuentra con un ambiente nuevo, personas nuevas, olores nuevos, etc. Todos estos son cambios muy estresantes y es necesario darle un entorno tranquilo y amigable hasta que se acostumbre y empiece a sentirse a gusto. Este tiempo es variable según la “personalidad” de cada perrito. No conviene bañarlo muy pronto para no agregar muchos traumas seguidos en la vida del pequeño.

  • Antes que nada es importante llevarlo al veterinario para que reciba su primer vacuna, una dosis de antiparasitario y que le indique el alimento que le corresponda según su tamaño y edad.
  • El te dirá en el momento que puedes darle su primer baño, pues es conveniente permanecer unos días después de la vacuna, incluso después de la segunda dosis, según la época del año y la zona donde vivas.
  • Si antes de esa fecha el cachorro se ensucia, puedes lavarlo con un paño húmedo o lavarle solo la zona que se ha manchado.
  • Mientras tanto puedes iniciar a cepillar su pelo; esto ayudará a mantenerlo más limpio y hará que se acostumbre a esta rutina que será tan importante durante toda su vida.

¿Qué necesito para Bañar a mi Perro?

En el momento que por fin llegue el día de su primer baño debes tener todo preparado antes de comenzar. Los elementos que vas a necesitar son:

  • Un lavabo con el desagüe abierto para que el agua no se acumule, así el cachorro no siente miedo de quedar sumergido bajo el agua. Debe tener un grifo con agua fría y caliente.
  • Una manguera con rociador para acoplar al grifo: la manguera te permite mojar y aclarar el pelo del perro sin tener que luchar con él para ubicarlo bajo el chorro de agua.

 

  • Un champú que sea apto para cachorros, con pH neutro, sin perfumes o con aromatizantes suaves que no irriten su delicada piel. Si no tienes champú puedes usar perfectamente un jabón de glicerina neutro o jabón blanco en pan, el que se usa para limpiar la ropa. Estos no tienen añadido ningún tipo de perfume, Sin embargo no resecan la piel ni generan reacciones alérgicas. Aclara con abundante agua para que no quede ningún resto de champú sobre la piel.

 

  • Es una buena idea tener juguetes que al perrito le gusten y que puedan meterse al agua. Con ellos se puede entretener y asociar el baño con algo que le resulta agradable.

 

  • Una toalla a mano para poder envolver y comenzar a secar al cachorro apenas salga del agua. Puedes intentar secarlo con un secador de cabello, sin embargo mantenlo bien distanciado de su cuerpo para que no se asuste. Primero deja que escuche el ruido que hace y en el momento que ya no le moleste apunta el aire caliente hacia él desde unos 50 cm más o menos. No le tires aire directamente a la cara puesto que esto en general no les gusta nada. Mientras lo habitúas al secador puedes darle un huesito u otra golosina para que deje de prestar atención al ruido y el “viento”.

 

  • Si tu perrito tiene pelo largo también necesitarás un cepillo de alambre suave o un peine metálico para desenredar su pelo. En este caso puedes agregar alguno de los aceites naturales que ayudan a desarmar los nudos, así no le causarás malestar al peinarlo. Es importante desenredar el pelo largo antes de mojarlo.

 

Consejos cuando lavas a tu Cachorro

Cuando tu perro es cachorro debemos tener en cuanta algunos aspectos diferentes al baño de un perro adulto, eso sí, los perros siempre perciben muy bien nuestro estado de ánimo, así que es importante que:

  • te muestres alegre, que le hables con palabras amables y tranquilizadoras durante todo el baño.
  • No pierdas la paciencia y no le regañes si no se comporta como esperabas.
  • Si el perrito se pone muy nervioso, puedes suspender el baño con calma, sacarlo del lavabo y envolverlo con la toalla (¡sin secador de cabello por esta vez!).
  • Dale su golosina y vuelve a intentar otro día.

Por último:

  • no mojes la cara del cachorro en los primeros baños. Deja esa parte del cuerpo para en el momento que ya no le moleste el agua.
  • Mientras tanto puedes lavarla con un paño o tu mano húmeda, si lo prefieres puedes usar las toallitas para bebés. Así evitarás que entre agua en los oídos o jabón en los ojos.
  • Cuando hayas terminado con el secado, deja que tu perrito descanse y dale un sabroso hueso o un mordedor de plástico o de cuero.
  • Si es un día soleado y el veterinario te ha dado permiso para sacarlo a la calle, puedes llevarle a dar un paseo y jugar un rato con él en el parque.

Ya verás que si sigues estos consejos lograrás que tu perro se acostumbre al baño y hasta llegue a disfrutarlo.

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