Ciclo reproductivo. Celo en la gata
La gata es una hembra poliéstrica estacional, o dicho de otro modo, tiene varios ciclos al año.
La edad de aparición del primer ciclo o celo suele ser variable entre los seis meses, en razas como la Siamesa o la Europea, y más tarde en las de pelo largo.
Por las características del periodo de luz y situación de nuestro país, aquí las gatas salen en celo normalmente en periodos desde el mes de febrero hasta septiembre, aunque esto no impide que alguna lo haga en otra época.
Sus ciclos duran de 7 a 15 días y pueden repetirse varios en un mismo mes, con descanso de unos días entre ellos.
La diferencia con las perras es que éstas no suelen sangrar, pero sí varía su comportamiento de forma llamativa: maúllan de forma especial e insistente, se frotan con muebles y con los dueños son más cariñosas, levantan el tercio posterior dejando los miembros delanteros pegados al suelo y apartan el rabo. Esto indica claramente un ciclo en marcha. Si nuestro interés es cruzar a la gatita para dejarla gestante, será el momento de traerle el macho.
La ovulación es inducida por la cópula, con lo cual, casi siempre, se quedan gestantes. Si nuestra gata no quedara preñada, habrá que intentarlo de nuevo con otro macho por si es él quien tiene problemas de fertilidad o hacerle un chequeo completo a ella antes de volverlo a intentar. Suele ser la inexperiencia la causa de infertilidad, pero pueden haber causas subyacentes que hay que estudiar. Una vez realizada la cópula, la gata se frotará por el suelo y se contorneará durante unos minutos. Luego se repetirá de nuevo la cópula.
Fuente: mascotas.consumer.es