Si tienes un perro como mascota, recuerda que una de tus responsabilidades se refiere a los cuidados de su salud. Los perros pueden sufrir la invasión de dos tipos de parásitos: los internos y los externos. En esta oportunidad hablaremos de los primeros.
Los parásitos internos, como el nombre lo dice, se instalan en el interior del cuerpo del animal, más comunmente en los intestinos. Los dos más comunes son: las lombrices planas, también denominadas cestodos o tenias, y las lombrices redondas, conocidas además como nematodes.
¿Cómo puedes darte cuenta cuando los parásitos han invadido el organismo de tu mascota?.
Lo curioso es que un animal con parásitos internos puede presentar algunos síntomas, pero también puede ocurrir que no tenga ningún tipo de manifestación. Es por ello que lo ideal es trabajar en la prevención, realizando una desparacitación regular a tu mascota.
En el caso de que se manifiesten los síntomas, pueden incluir: alteraciones gastrointestinales, diarreas, deshidratación, anemias, entre otros. Consulta con tu veterinario de confianza sobre los tratamientos preventivos y curativos de parásitos internos.