El estado de ánimo no solo es una condición de las personas sino también, un reflejo de la salud emocional de los perros. Los perros también pueden atravesar una depresión estacional. Algunos perros notan mucho los cambios de la vida estival a su nueva rutina en la casa. A todo ello también se suman las condiciones propias del otoño, marcado por días cortos en las que las horas de luz solar se reducen de forma notable respecto del verano. Del mismo modo, cambian los hábitos de socialización.
Causas de depresión estacional
Los perros no solo pueden sufrir una depresión estacional ante el regreso de las vacaciones sino también, ante un nuevo cambio de vivienda. Este tipo de cambio en el estado de ánimo está asociado a una transición temporal que muestra la necesidad de una adaptación específica.
¿Cuál es la principal causa de depresión estacional en los perros? La soledad que sufren muchos animales cuando sus dueños se incorporan nuevamente a la actividad profesional. Los perros son seres sociales, es decir, necesitan vincularse con otros seres. Y cuando no se dan las circunstancias ideales para ello, el perro puede mostrarse decaído.
El perro necesita momentos y espacios para estar en libertad, también durante el otoño. Y además, debe sentir que forma parte de la vida familiar. Así como cuando una persona sufre síntomas de depresión debe acudir al psicólogo, en caso de observar algún tipo de síntoma de bajón emocional en el perro es aconsejable pedir cita en el veterinario ya que un temprano diagnóstico también permite evitar que el malestar se agrave.
Existe otra causa que puede producir una depresión estacional en el perro, por ejemplo, la muerte de una persona a la que estaba muy ligado, es decir, con quien compartía mucho tiempo en la rutina cotidiana. Películas como «Siempre a tu lado Hachikō» muestran el duelo que muchos animales sienten cuando se separan para siempre de sus dueños y quedan en una especie de eterna espera. La pérdida de un animal de compañía en el hogar o cualquier otro cambio drástico en la rutina del animal también es un factor de riesgo. En estos casos, el perro se muestra ajeno a actividades que antes le ecantaban.
Puedes observar los síntomas de una posible depresión cuando tu perro muestra un cambio de comportamiento notable respecto de su modo de ser habitual. La alteración del apetito es otro síntoma. Del mismo modo, la falta de interacción con otros animales es una característica de este malestar emocional.