Pocas cosas resultan tan molestas en un perro como una propensión grande a pelear con sus congéneres.
Este tipo de perros crea problemas en los paseos, dado que cualquier motivo suele ser detonante de su agresividad, y se enzarza en broncas con otros perros del parque por la posesión de un palo o una pelota.
La mayoría de los perros peleones son el resultado de factores que les llevaron a creer que en la respuesta agresiva estaba la solución a sus problemas. El perro peleón se hace, no nace, y es labor del propietario conducirlo hacia unas pautas de comportamiento equilibradas y no agresivas. La agresividad es uno de los estados emocionales más importantes en el perro. En tanto en unos perros el temperamento agresivo se manifiesta abiertamente a la menor provocación, en otros es preciso poner al animal ante una situación extrema.
TIPOS DE PELEA
Las peleas entre perros responden a unas características concretas. Las más comunes son la disputa de jerarquía entre dos machos. En las peleas entre dos machos de razas como los perros de pastor, etc., hay mucho ruido y pocos mordiscos, son demostraciones de poder antes que agresividad real y siguen unas pautas ritualizadas que evitan que se provoquen serio daño. Por el contrario, si uno de los perros pertenece a razas de pelea como (Bullterrier, Staford) o de presa (Dogo argentino), la pelea no acabará de manera natural y es necesario separar a los dos contrincantes cuanto antes.
Muy diferente es la pelea jerárquica entre dos hembras, éstas no inhiben la mordida como los machos y se ocasionan graves destrozos, incluso la muerte. Por lo general, las hembras son poco propensas a pelear y tratan de evitar los conflictos directos.
Raramente veremos la pelea entre una hembra y un macho, puesto que las hembras aceptan sin dificultad la dominancia del macho, pero en ocasiones ocurre que una hembra vieja no tolera la dominancia de un macho joven. Suele ser porque el macho trata de arrebatarla algún objeto como una pelota o están en el territorio (casa) de la hembra. Cuidado con estas peleas. El macho tiende a inhibir su mordida ante la hembra, pero ésta no lo hace con los machos, por lo que el perro puede resultar seriamente herido.
Fuente: grupov.es