Una vez que nuestro cachorro ha pasado la etapa de lactancia hay que acostumbrarle inmediatamente al alimento seco. En el mercado encontraremos diferentes compuestos específicos para cachorros, por lo que no tendremos problema a la hora de elegir. Pero también hay que tener presente que hay determinados alimentos peligrosos para un perro y que deberemos evitar:
– El chocolate: Puede ser mortal para las mascotas debido a los alcaloides de metilxantina que contiene y que pueden provocar la constricción de las arterias y un incremento del ritmo cardiaco.
– Huesos: Cuando un perro es pequeño puede atragantarse con los huesos e incluso hacerse daño en el estómago, la garganta o el intestino.
– Comida y restos de nuestra mesa: Es muy importante evitar que nuestro cachorro se habitúe a rondar la mesa y suplicar mientras comemos. Podemos usar los restos de nuestra comida para premiarle, pero no debe convertirse en una costumbre o tendremos como resultado un perro obeso.
– Golosinas entre horas: Las golosinas especiales para perros pueden ser muy útiles en el adiestramiento del cachorro como refuerzo positivo, pero si se las damos en cualquier momento le estaremos confundiendo.
– Comida para gatos: Si tenemos un perro y un gato es posible que pensemos que podemos alimentarles con los mismos productos. ¡No lo hagas! Sus necesidades son distintas y los alimentos están preparados con componentes diferentes.