La limpieza de los oídos de un perro puede parecer una tarea muy sencilla. Sin embargo, se trata de una de las intervenciones más delicadas. Los perros tienen largos canales en sus oídos y una limpieza inadecuada podría ocasionar graves lesiones, como por ejemplo la ruptura de un tímpano o canal.
Si las orejas se encuentran infectadas, tal vez no conviene realizar la limpieza en casa. Lo conveniente será recurrir a un veterinario que pueda realizar la tarea de higiene, a la vez que aplica el tratamiento adecuado. Sin embargo, la limpieza de rutina de los oídos de nuestro perro, podemos realizarla en unos sencillos pasos.
En primer lugar evaluamos la predisposición de nuestra mascota, para determinar si vamos a necesitar ayuda de otra persona o no. Y entonces, comenzamos limpiando el lóbulo de la oreja con un poco de algodón humedecido con agua.
Luego continuamos con el cartílago, siguiendo el mismo procedimiento. Frotamos suavemente cada uno de los espacios hasta eliminar por completo toda la cera y suciedad acumulada.
Lo importante es limpiar sólo las partes que estén a la vista. Podemos higienizar un poco más adentro, pero siempre y cuando no perdamos de vista el algodón.
Una buena idea es ofrecer a nuestra mascota algún tipo de premio al finalizar esta rutina de limpieza. Esto ayudará a que la próxima intervención resulta mucho más sencilla.