Homosexualidad en los perros
Una exposición fotográfica titulada ‘¿Contrario a la Naturaleza?’ muestra en el Museo de Historia Natural de Oslo las tendencias homosexuales de insectos, perros, gatos, loros e incluso pulpos, entre 1.500 especies animales. La muestra es la primera que examina en profundidad el tema de la homosexualidad en el reino animal, pese a ser un fenómeno conocido desde la antigüedad.
La homosexualidad en animales domésticos como gatos, perros y loros es más sencilla de observar porque se producen erecciones, aunque no hay por qué creer que cuando un can macho se frota contra la pierna de su amo masculino, el animal o el propietario son gais, bromeó el científico.
A pesar de la aplastante cantidad de pruebas científicas, algunos estudios persisten en negar la evidencia.
La homosexualidad y la bisexualidad son relativamente comunes en el reino animal. La motivación para y las implicaciones de su comportamiento no son comprendidas en su totalidad. El comportamiento sexual de los animales toma muchas formas distintas, incluso dentro de la misma especie. Un estudio del investigador Bruce Bagemihl muestra que comportamiento homosexual, no necesariamente sexo, ha sido observado en casi 1500 especies, desde primates hasta parásitos intestinales, y está bien documentado para unas 500 especies.
La presencia de comportamientos homosexuales no fue observado oficialmente a gran escala hasta tiempos recientes, posiblemente debido a los prejuicios del observador causados por las actitudes sociales hacia la homosexualidad. El comportamiento parece estar expandido entre los pájaros sociales y los mamíferos, particularmente en los marinos y los primates.
Algunos investigadores creen que la función social del sexo (tanto hetero como homosexual) no está necesariamente conectada a la dominación, sino que sirve para reforzar las alianzas y lazos sociales dentro del grupo. Otros dudan de la teoría de la organización social, indicando que los pingüinos gais, que se unen en pareja de por vida, rechazan copular con hembras cuando se les da la oportunidad (una de cada cinco parejas de pingüinos reales en cautividad son del mismo sexo). Mientras que informes sobre comportamientos sexuales de este tipo todavía son anecdóticos, una cantidad creciente de trabajo científico confirma que la homosexualidad permanente ocurre no sólo en especies que forman parejas permanentes, sino que también en animales no monógamas como las ovejas.
Algunos ejemplos en animales (con creación de lazos afectivos) son los monos Bonobo, el delfín mullar, los elefantes, la hiena manchada, las jirafas (donde 9 de 10 emparejamientos ocurren entre machos), los leones, perros, gatos, etc. Particularmente, en mi pequeña comunidad felina tengo un gato gay, su personalidad es fuera de serie, y es la ternura personificada! (o animalizada…).
Fuente: http://www.mascotas.org/21-02-2008/perros/homosexualidad-en-animales