Traer a nuestro hogar un cachorro implica responsabilidades que no se pueden dejar a un lado. Primero y principal, debemos entender que es un compromiso que tomamos durante toda la vida del animal.
Se debe tener en cuenta que los perros viven aproximadamente 15 años, tiempo en el que el dueño es responsable. Hay que pensar seriamente si durante esa cantidad de años se va a contar con el lugar necesario para tenerlo, las ganas, y el dinero suficiente.
Hacerse cargo
Un perro es un ser vivo, por lo tanto debe ser tratado como tal, no como un adorno ni un juguete. El respeto por este ser implica que se deben tener cubiertas sus necesidades para lograr un correcto y sano desarrollo.
Al adoptar un cachorro hay que tener en cuenta primero el lugar de la casa en donde va a estar, si en el patio, en el parque o adentro, sitio en el que deberá estar en contacto con las personas, y que debe contar con la iluminación y la ventilación adecuada. Asimismo, la importancia de un completo calendario de vacunación y las visitas al veterinario son fundamentales, para lo cual se debe contar con el dinero y el tiempo suficiente.
La alimentación, la higiene, el adiestramiento, la compañía, la recreación y los paseos también son necesarios para el animal, tanto que no se los puede privar de ninguno de esos puntos. Por lo tanto se debe tomar conciencia sobre todos estos ítems, para enfrentar la hermosa tarea de criar a un cachorro de manera responsable, con amor y dedicación.
Muchas veces las responsabilidades que trae la crianza de un cachorro no son nada divertidas ni placenteras, como limpiar sus desperdicios, sacarlo a pasear cuando hace frío, entre otras. Pero el cariño que nos devuelven vale la pena enormemente.


