Muchas veces pensamos que nuestro perro demuestra ciertos signos de alguna enfermedad. Sin embargo, puede ocurrir que simplemente sienta tristeza o se encuentre deprimido por alguna situación. Aprender a leer las señales de alerta y conocer los motivos por los cuales un perro puede sentirse de tal manera, son los primeros pasos para hacer algo al respecto.
Por supuesto, si algunos síntomas como vómitos o diarrea se hacen presentes, debemos llevar de inmediato a nuestra mascota para que un veterinario determine diagnóstico y tratamiento. Por el contrario, si en cuanto a salud el perro se encuentra en perfectas condiciones, entonces este estado de ánimo se relaciona con otras cuestiones.
Los celos ante la llegada de un bebé o de una mascota nueva a casa pueden cambiar la conducta de cualquier perro, el cual puede manifestar comportamientos agresivos, quejas, desobediencia o simplemente decaimiento y falta de apetito.
La ausencia de alguna persona del hogar, ya sea durante un tiempo o de manera definitiva, puede generar mucha angustia en un perro. También puede ocurrir con la pérdida o muerte de otra mascota que compartía momentos de amistad.
Los perros son mascotas muy sensibles y cariñosas. Necesitan mucho afecto y compañía de manera casi constante. Es por ello que ante una situación de depresión o tristeza, debemos aumentar nuestros esfuerzos por contenerlos.