Si bien algunos perros están especialmente entrenados para ser luchadores o guardianes, todas las razas pueden llegar a entrar en una pelea de perros. Factores tales como el temperamento, la formación y la socialización de cada uno van a influir mucho sobre este acto. Siempre uno de los perros va a tener el lenguaje corporal dominante.
Muchas personas creen que su perro sería incapaz de formar parte de una pelea canina. Sin embargo, se trata de uno de los enfrentamientos más comunes cuando se trata de dos o más perros que no se conocen y pelean por el territorio u otras cuestiones. A menudo se pueden observar ciertos indicios de que podría ocurrir una pelea entre nuestro perro y otro más.
Es necesario estar atentos y saber que ante ciertas señales de comportamiento, una pelea es inminente. Nos referimos a conductas tales como:
- Mirada firme, dura y específica hacia el otro animal.
- Postura rígida y dominante, como de montaje.
- Rigidez en los movimientos del cuerpo.
- Un lenguaje corporal extremo, como por ejemplo los labios estirados contra los dientes, el rabo tieso hacia arriba o hacia abajo.
Las luchas entre perros pueden ser ocasionadas por varios motivos, es por ello que resulta conveniente trabajar sobre la prevención para que nuestro perro no sea partícipe de una pelea canina que puede traerle consecuencias de salud. Con un correcto adiestramiento, socialización y atenciones de nuestro perro estaremos reduciendo este tipo de riesgo.