Cuando tenemos un perro debemos asumir nuestra responsabilidad a la hora de mantenerlo sano. No se trata sólo de darle de comer, también hay que educarle, darle cariño y preocuparse de su salud.
Especial cuidado requieren los ojos de nuestro perro, porque pueden aparecer problemas y hay que estar siempre atento a posibles lesiones o enfermedades.
En los perros muchos factores pueden afectar a sus ojos como el polvo, viento, luz solar, infecciones, traumatismos, condiciones hereditarias y manifiestan enfermedades como ojo seco, conjuntivitis, úlceras corneales, alergias, glaucoma, etc…
Veamos qué hacer en alguno de estos casos:
– Conjuntivitis: Los síntomas suelen ser un enrojecimiento del tejido conjuntivo, enrojecimiento, legañas (verdes, blancas o amarillentas) y lagrimeo. Hay que mantener muy limpio el ojo del perro con suero fisiológico y llevarlo al veterinario.
– Glaucoma: Es un aumento de la presión intraocular que puede provocar ceguera total. El tratamiento varía dependiendo de la causa y de si se conserva algo de visión, pero siempre hay que acudir al veterinario.
– Cataratas: Es una opacidad que se produce en el cristalino cuyas causas pueden ser muy variadas. Causará la pérdida paulatina de la visión. El único tratamiento es quirúrgico.
Los síntomas ante los que deberemos estar atentos son: cierre continuo de párpados, enrojecimiento ocular, legañas o exudado o pérdida repentina de la visión.
Ante cualquiera de estas manifestaciones hay que llevar inmediatamente a nuestro perro a la consulta de su veterinario.
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