Este tipo de cercas pueden proveer privacidad, seguridad e incluso cierta belleza a la propiedad. Además de servir enormemente a nuestras mascotas cumpliendo su propósito básico: mantenerles donde deben de estar.
Existen dos tipos de cercas eléctricas para perros: las visibles y las invisibles. Cada una evita que los animales traspasen los limites que hayas fijado, sin embargo hay ciertas diferencias que les distinguen y que debes tener en cuenta de acuerdo a tus necesidades.
Cercas eléctricas Invisibles:
Prácticamente no visibles a simple vista, pues estás consisten de cierto tipo de cable que corre por debajo del jardín o del césped, haciendo el papel de una muralla invisible.
Este se conecta a un dispositivo que se encarga de regular el voltaje como la corriente. El cable conectado a este dispositivo permite sentir cuando la mascota se aproxima a los limites, proveyendo un shock eléctrico de bajo nivel por medio de un collar que se coloca en el cuello del animal.
Cercas eléctricas visibles:
Esta es otra forma de fijar limites en nuestra propiedad, con el fin de que las mascotas se mantengan donde nosotros necesitemos que estén.
Regularmente se recomienda el uso de cercas invisibles (con el collarín y el cableado por debajo del césped), ya que las cercas visibles son empleadas para animales de mayor tamaño, como ganado o para caballos.
En las áreas rurales de España y Estados Unidos, se emplean para resguardar de los osos o coyotes.
¿Qué hay del impacto en las mascotas?
En ambos tipos de cerca, el impacto eléctrico es meramente bajo, no es doloroso pues es solamente un impulso que dura muy pocos segundos.