La terapia animal asistida es el uso de animales certificados como parte de un plan terapéutico. Expertos en la materia aseguran que la terapia asistida por animales significa un elemento muy importante en el tratamiento de muchas personas con problemas físicos o emocionales.
Especialmente los perros han sido reconocidos en el siglo XX como animales propicios para realizar este tipo de terapias. En muchos países del mundo se utiliza esta técnica con perros certificados y de formación controlada. Los lugares que más emplean esta alternativa son: hogares infantiles, asilos de ancianos, hospitales, y todo tipo de entidad de ayuda y recuperación.
Perros de cualquier raza, edad o tamaño pueden convertirse en animales de terapia. Sin embargo, deben poseer ciertas características, siendo el temperamento el factor de mayor importancia. Debe tener un carácter amable y no agresivo, ser un animal sociable que disfrute de la compañía de niños, adultos, ancianos, e incluso otros animales.
El perro debe mostrar confianza, paciencia, tranquilidad y receptividad de la información que se le provee. La socialización para este tipo de actividad debería comenzar desde cachorro. También resulta muy importante que el animal de compañía aprenda con un adiestrador o controlador muy dedicado a su tarea. Que tenga la capacidad de percibir si realmente dicho perro se puede dedicar a este tipo de terapias asistidas.