En estos últimos años una raza vio aumentada su popularidad entre las personas y es el bulldog francés. Un perro que por naturaleza es muy agradable, simpático, no es difícil de cuidar y no requiere de grandes atenciones cuando las condiciones son normales.
Por eso resulta una raza excelente para hacer compañía a sus dueños. Lo primero que destaca de él es su buena disposición para el juego, que lo hace muy divertido y como punto favorable no resulta ser un perro mordedor ni agresivo.
Como si todo esto fuera poco, no es un perro muy ruidoso y es una de las razas más graciosas que existen. Estas características lo hacen perfecto si tenemos niños pequeños. Ya que en principio no resulta agresivo y esto se debe a su naturaleza sociable.
Como te estarás dando cuenta será extremadamente dulce y cariñoso con su familia. Con los otros perros que tengamos tal vez sea un poco busca peleas, pero con un sentido de juego y no va a ser nada que se pueda considerar como un problema.
El Bulldog francés es un perro que va a aceptar la voz jerárquica sin inconvenientes y va a mostrar una personalidad altamente sociabilizada. El tip que podríamos darles es que no lo hagan sentirse la mascota que ocupa el lugar más alto en nuestro hogar, esto puede desencadenar en que sea un poco agresivo con los demás perros y en particular si tenemos otras mascotas del mismo sexo.
En cuanto al origen de esta raza hay diferentes teorías que se mezclan con fabulaciones que evocan lo romántico. Una de las teorías más apoyadas, habla de artesanos textiles que huyeron a Normandía a mediados del siglo XIX, escapando de la revolución industrial que estaba en auge en las islas de Gran Bretaña.
Estos artesanos se habrían llevado sus mascotas entre las que destacaban sus perros bulldogs. Eran pequeños, los utilizaban para control de plagas de roedores y para apuestas clandestinas de peleas. Esta mascota llegada de Inglaterra empezó a ser popular con los franceses, que empezaron a demandar cachorros de bulldogs para criarlos.
Se cree que algunos de ellos pueden haber sido cruzados con Terriers, para aumentar su agilidad, resistencia y por, sobre todo, su instinto para cazar roedores.
Ya para principios del siglo XX esa raza llegada de la isla inglesa, al haber vivido y desarrollado su mayor tiempo en Francia, fue llamado bulldog francés. En esa época se termina de consolidar su popularidad al comenzar a ser retratados por artistas en cuadros y criados por familias de la realeza.
Los cuadros que se pintaron en un primer momento fueron realizados para mostrar algo que empezó a llamar la atención: las prostitutas comenzaron a adoptar estos perros y vestirlos con prendas y collares. Los artistas más destacados en retratar estas imágenes fueron Colette, Tolouse-Lautrec y Frnchie.
A diferencia de hoy, los primeros en criarlos fueron personas de clase media baja, entre los que destacaban camareros y carniceros, para luego ser aceptados por familias de clase alta.