Cuando traemos un cachorro a nuestra casa, debemos tener algunas precauciones, pues en los hogares existen numerosos elementos o «trampas» que pueden ser perjudiciales y peligrosas para nuestro nuevo amigo, pequeños y muy curioso, pues está comenzando a descubrir un nuevo espacio que todavía no le es familiar y es por ello por lo que debemos tener especial cuidado, puesto que el cachorro siempre puede tener un incidente que puede acarrear muchos problemas, por ejemplo tragarse algo que no debe o meterse donde no debe.
Los productos de limpieza y desinfección además de pesticidas, herbicidas, raticidas, etc. deben estar fuera del alcance de nuestro amigo. Podría ingerir alguno por accidente, lo que podría causarle la muerte. También cuidarse con los medicamentos y objetos de tamaño pequeño que puedan causarle algún daño, tales como gomas, agujas, chinchetas…
Tener cuidado de dejar las ventanas abiertas, pues se le podría ocurrir «asomarse» por alguna de ellas. Hay que tener especial cuidado con los cables sueltos, pues el perro podría llegar a morderlos al curiosear y no saber que es, pues podríamos tener algún cable pelado que el cachorro podría chupar y llegar a electrocutarse. Es conveniente también tapar todos los enchufes.
Mientras el cachorro esté dentro de casa, debemos evitar cerrar las puertas sin asegurarnos de que nuestro amigo no se encuentra en el ángulo inadecuado y tener también mucho cuidado al andar para evitar pisarlo.