Si notas que tu perro se rasca mucho, probablemente tiene garrapatas. Para poder detectarlas y eleminarlas, te recomendamos que sigas estos sencillos pasos. En primer lugar pasa tus manos por todo el cuerpo de tu mascota, prestando especial atención al cuello, las orejas y los pliegues de la piel.
Ubícate en una zona bien iluminada para poder trabajar con comodidad y puedes utilizar guantes de látex si no quieres tener contacto directo con las garrapatas que encuentres. Dependiendo de la especie y de la etapa de vida, una garrapata puede ser de menor o mayor tamaño.
Una vez detectadas las garrapatas, procede a quitarlas con una pinza o una herramienta especialmente diseñada para este fin. Toma al parásito lo más cerca posible de la piel y sin apretar su cuerpo. Tira de la garrapata poco a poco y de manera constante, sin torcerla ni girarla.
Luego de retirar la garrapata, limpia la piel de tu perro en el área donde lo ha mordido con agua y jabón suave. Controla todos los días esta herida para asegurarte de que no se produce irritación o infección alguna. Si el área no sana en unos pocos días, acude con urgencia a un veterinario para que determine las causas y posibles tratamientos.