Lamentablemente estos cachorros que se compran con tranquilidad en esos lugares, presentan generalmente signos de nerviosismo, intranquilidad, agresividad, miedo, o tienen problemas en su comportamiento o en su carácter, y sus compradores no pueden entender el motivo por lo que reaccionan de esa manera, porque creen que por haberlos conseguido es esos lugares no vivieron experiencias traumáticas.
Si decide comprar, es aconsejable averiguar de donde provienen, quienes son sus padres y si estos nacieron saludables, equilibrados y con todas las atenciones necesarias para su desarrollo. Pero si usted es una de esas personas que quiere acabar con esta problemática que se ha ido propagando por todos los países, “NO COMPRE SINO ADOPTE”, así logrará salvar la vida tanto del animal que se lleva a la casa, como del que llega al refugio, porque le está dando la misma oportunidad para su adopción y la de vivir en mejores condiciones. Todos ellos necesitan amor, comprensión y un techo donde estar, a cambio de dar alegría, compañía y cariño y sobre todo la lealtad hacia usted, hasta el fin de sus días. ¿Acaso eso no es lo que busca la persona que los quiere tener?
Los perros en adopción, generalmente se entregan ya esterilizados si se desea, con sus vacunas y en buen estado de salud y su precio es mucho menor que si se compra en un criadero o en una tienda de animales. Los perros mestizos son iguales a los de pura raza o con pedigrí, y no sufren como muchos de ellos, que si son mal cruzados, pueden tener alteraciones degenerativas como problemas óseos, sufrir de sordera entre otras muchas enfermedades. Asimismo, se tiene la oportunidad de escoger entre un cachorro o un animal adulto, dependiendo de lo que se desee.
Olvídese de ese mito de que los perros adultos, callejeros o abandonados, tienen mañas incorregibles. Todos tienen vivencias diferentes y como lo que buscan es cariño y comprensión, se adaptan con facilidad a su nuevo hogar. Hay uno esperándolo en un refugio. Recuerde que no tienen la culpa de haber sido abandonados o nacidos en la calle. Dele la oportunidad de seguir viviendo, porque si no lo adoptan en un tiempo determinado, corren el peligro de que mueran.
Si está decidido a tener una mascota, sálvele la vida a un cachorro o a un perro adulto que realmente necesita de usted.