Las mascotas no siempre suelen ser los animales más educados que hay, es nuestra tarea entrenarlos para evitar muchos problemas que suele haber cuando no están preparados para vivir dentro de la casa o al menos que no molesten a las visitas cuando lleguen a la casa. Cuando este es el caso, lo más importante es enseñarles que no demuestren tanto entusiasmo, porque llega a ser incómodo. Cuando los perros son jóvenes, es común que comiencen a saltar de forma extasiada para demostrar que están felices de verte. Si son perros grandes o medianos, tienen la suficiente fuerza para empujarte.
Para que puedas evitar este tipo de tratos lo mejor es que cuando comience a saltar encima lo mejor es doblar las manos hacia al pecho y darle la espalda. Ya que lo único que quiere tu perro es atención. Tu perro dará la vuelta para encontrar tu mirada de nuevo y comenzará a saltar encima otra vez. Vuelve a evitar mirarlo y continúa alejándote de él. Después de unos treinta o cuarenta y cinco segundos de darle la espalda, mira sobre tu hombro y dile que se siente. Cuando obedezca da la vuelta y dale un premio verbal.
Cuando comienzas a gritarle “abajo” o “no” estas prestándole atención de forma errónea, por lo tanto el perro estará haciendo una y otra vez. Tu mascota no sabe si la atención es positiva o negativa, todo lo que quiere es recibir atención. Por eso lo mejor es llevar la atención a otra cosa que no se él cuando comience a saltar encima, hay que darle la orden de que se siente y después prestarle atención. Como premio puedes acariciarlo y decirle por medio de susurros que hizo bien al hacerte caso. Recuerda que el perro es un animal.