El lugar en el que le coloquemos determinará su comportamiento dentro del hogar.
El perro, como descendiente del lobo, posee unos comportamientos sociales y jerárquicos que ha heredado genéticamente y que van a marcar su comportamiento dentro de la manada.
En el momento que el perro entra en nuestra familia y la considera su manada, buscará su rango para ver si es dominante sobre ella o se encuentra por debajo de nosotros.
Consejos para que tu Perro no sea el «Jefe de la Manada»
No debemos dejar de reñirle o evitar su sumisión por pena o malestar nuestro porque eso empeorará el entendimiento de las reglas y luego pretenderá llegar más lejos. Si no le dejamos claro desde el principio quién manda y el respeto que nos debe, las cosas serán difíciles de llevar.
- No se debe permitir su alimentación con la mano.
- No se les debe dejar que adopten posiciones estratégicas en casa, en lugares por donde no nos dejen pasar o controlen el espacio dándonos incluso miedo pasar al lado.
- No dejemos que ladre sin sentido cada vez que algo le molesta. Es normal en presencia de extraños o cuando tiene miedo pero habrá que controlar sus terribles ladridos por la noche, por ejemplo, o para pedir juego o comida.
Debemos socializar nuestra mascota con otros perros
El juego en el cachorro es algo muy importante, sobre todo en las etapas de impregnación y sociabilización con sus hermanos de camada y su madre.
- Aprenden a morderse sin hacerse daño y controlan la intensidad de la mordida.
- Aprenden a saber ser dominados o a dominar a sus congéneres.
- Aprenden las reglas de la jauría.
Más adelante, sus compañeros de juego serán los que tienen en casa, hay que aprovecharse de esta situación para que aprendan cosas divirtiéndose.
Tu eres el jefe, pero cuida a tu perro
- No hay que usar las manos como arma. Con los dientes de leche no les duele, pero los definitivos son más sensibles.
- Se suele usar objetos que no le dañen las encías o dientes pero que puedan morder sin problemas (huesos de piel de cordero, mordedores de plástico duro, trenzas de hilo). Si lo acostumbramos a pelotas o palos mucho mejor.
- No permitamos que cojan piedras de la calle o del campo, se les estropearán los dientes y llegarán a padecer problemas dentales.