Ir de vacaciones con nuestro amigo perro es bueno no solo porque nos alivia el pensar que no lo dejamos triste y extrañando, sino también porque compartiremos bellos momentos y lugares nuevos con nuestra mascota. Pero para que el viaje sea completamente placentero, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones básicas.
Antes de partir, en el momento en el que se planifican las vacaciones, es necesario averiguar si en el hotel en el que se van a hospedar aceptan mascotas y si es que se va a viajar en avión, interiorizarse acerca de las reglas de la aerolínea. Muchas compañías piden certificados de salud y algunas otras normas que se deben cumplir.
¿Cómo llevarlo?
Si el perro va a viajar en una jaula, presentársela con anterioridad, abrirle la puerta para que entre solo y no mostrar signos de tristeza, ya que el perro tiene que sentir que la jaula no es algo malo. Nunca hay que empujarlo ni hacerlo entrar a la fuerza, así solo se conseguirá que el perro pase un muy mal momento y viaje estresado.
Si es que el viaje va a ser en automóvil, lo ideal es que se le coloque un arnés. Esto lo protegerá ante frenados bruscos o accidentes. Es normal que el animal se maree con el andar del vehículo. Por eso es importante no darle de comer antes de salir, de lo contrario se descompondrá. Además, en las paradas, bajarlo y hacerle hacer un poco de ejercicio para descargar tensiones.
Al llegar a destino, es importante recorrer con el perro el hotel o la casa en donde se van a hospedar, siempre con la correa. Es fundamental demostrarle a las mascota que el humano tiene el control de esta nueva situación así el perro sentirá que todo está bien y puede confiar en él. Un último consejo: que el perro lleve siempre cuando viaja algún juguete o manta que usa a diario.