La elección del cachorro es un paso importante y es una decisión que debe hacerse a conciencia.
Se cuenta con la posibilidad de adoptar una mascota sin hogar o de adquirir una de raza por medio de la compra. Generalmente se piensa que los perros de raza son más lindos o nos agregan cierto estatus o distinción. Existen miles de razas de perros, grandes, pequeñas, guardianes o de compañía, todas con una característica en común, son muy costosas.
Aparte del precio, que el perro tenga papeles no quiere decir que sea sano ni que nunca va a tener ninguna enfermedad. Al contrario, hay ciertas razas que son propensas a tener determinados problemas de salud. Por otro lado, los cachorros provienen de madres explotadas sólo para tal fin.
Salvar una vida
Adoptar un cachorro, además de ser gratuito, es un inmenso acto de amor y solidaridad. Lo más probable es que al adoptar a un perro se lo esté salvando de maltratos, una vida dura, enfermedades y hasta incluso la muerte. Los cachorros de un refugio o perrera pueden terminar muertos si no son adoptados por una familia de un gran corazón.
En algunas perreras los animales son sacrificados si llevan ahí mucho tiempo, el lugar es limitado y el presupuesto también. Adoptando un perro de un refugio o de una perrera le salvará la vida y le dará una vida plena y feliz, lejos de estrechas jaulas y desamor.
Otra opción es adoptar un cachorro que no sea de raza y no esté en un refugio, por ejemplo, cuando sabemos que a la perra de algún familiar o vecino le han nacido cachorros. A veces cuesta mucho trabajo ubicar a todos los cachorros con buenas familias, y qué mejor que hacerse cargo de uno de estos pequeños que necesitan un hogar.
Es de gran importancia privilegiar la adopción por sobre la compra de ejemplares de raza. Adoptar es un dar vida y amor. En cambio comprar significa apoyar a personas que buscan beneficios económicos de sus mascotas.