La lactancia del cachorro es un período de suma importancia para su vida que debe durar aproximadamente dos meses. Alimentarse con la leche de su madre le dará todos los nutrientes necesarios para su sano desarrollo. El calostro es, al igual que en los humanos, la primera leche de la madre, y es altamente beneficiosa si es tomada por el pequeño en su primer día de vida. Le proporcionará las grasas, proteínas y anticuerpos que necesita.
El responsable de las mascotas deberá tener en cuenta que todos los cachorros de la camada necesitan tomar el calostro, ya que es fundamental para su crecimiento. Para asegurarse de esto, deberá vigilar y colaborar con la perra ayudando a los cachorros a llegar a los pezones.
El período de lactancia es una etapa en que la madre suele estresarse y cansarse. Para cuidar a la mamá también, el dueño de la perra debe alentarla a que cuando los pequeños duermen luego de amamantar, se levante y salga a dar un paseo. Asimismo, es recomendable no manipular mucho a los cachorros, ya que pondrá nerviosa a la madre.
Aspectos claves
En un principio cada cachorro deberá mamar cada cuatro horas, y luego cada seis. Si el pequeño toma leche de más, probablemente sufra de diarreas, ya que no puede digerirla. Una correcta frecuencia de tomas se traducirá en un perfecto aumento de peso. Un tema que hay que tener en cuenta es la temperatura corporal del cachorro, ya que si es inferior a los 34 grados centígrados, no digerirá la leche que ha tomado.
Al mes de vida, el afán por imitar a su mamá llevará al cachorro a querer comer del alimento que come su madre, quien regurgitará comida para dársela a su pequeño. Este es un indicio que el momento del destete está llegando. El destete se producirá de manera progresiva, entre el mes y medio y los dos meses del cachorro.