Curiosamente los perros comparten más similitudes con los humanos de lo que nosotros creemos. O al menos, de aquellas que podemos percibir a simple vista.
Hay momentos en que el estado de ánimo habitual de nuestra mascota cambia radicalmente. Algunos se vuelven menos activos, otros se aíslan, y algunos se tornan más agresivos. En esos momentos, podemos pensar que quizá tiene algún malestar físico, pero contrario a ello, los perros también sufren de problemas psicológicos como sus dueños, y como tal, ellos también se deprimen.
Por lo regular, este tipo de comportamiento suele pasarse por alto por parte de los dueños, pero un grupo de investigadores asegura que es algo a lo que hay que prestar mayor atención – algunos hasta dicen que cuando veas que tu perro está deprimido, tendrías que llevarle a un especialista.
Así como las personas suelen decir “las cosas no suceden solo por sí”, siempre hay una razón de tras del todo… lo mismo podría decirse de la conducta de nuestros colegas caninos. Es decir, si comienzas a notar que tu perro cambia su estado de ánimo hacia uno que se repite, entonces es muy posible que exista una causa u origen detrás de ello.
Podría tratarse de algún recuerdo no grato para ellos, o un momento que vivieron y que no pueden olvidar.
De acuerdo con los expertos, por cada comportamiento existe una causa, así como está comprobado psicológicamente en los humanos, también lo puede estar en los perros. Aunque no se han revelado macro-estudios, si se dice que gran parte de las vivencias o recuerdos que tiene el animal en su memoria, son al lado de sus dueños… así que en la mayoría de los casos, la raíz es el dueño, quienes quizá no le prestan suficiente atención, o no cumplen con algunos de sus cometidos como responsables de su cuido, por ejemplo, alimentarle debidamente, sacarle a pasear, ofrecerle la oportunidad de socializar, etc…