Los perros suelen ser entre las mascotas las más cariñosas y de buen carácter, pero contra lo que podrías imaginar, los perros también se deprimen y mucho, porque perciben sentimientos, igual se ponen malhumorados que se vuelven perros celosos. Algunas veces los dueños de perros tienden a no reconocer los síntomas de la depresión en perros, lo que sin duda alguna tiene un efecto negativo para las mascotas que no sentirán alivio porque se ignora de su estado. Detectar la depresión de un perro no es difícil por cuanto como todo ser humano, evidencia síntomas y los perros a diferencia de las personas no conocen como disimular.
Entre los humanos aquellos que padecen de depresión se ven tristes y faltos de entusiasmo, igual o en mayor grado se percibe la tristeza de las mascotas. Pero algunos caninos suelen manifestar su tristeza, frustración o depresión mediante el mal humor. Ya podremos notar que nuestro dulce perro se convierta en un malhumorado cascarrabias sin razón, al menos para nosotros, aparente. Y en algunas ocasiones podrán manifestar otro tipo de problemas como faltos de apetito, quejumbrosos y hasta podrían estar enfermos del estómago, que todo puede afectarse por la depresión en la que también intervienen los nervios.
Por qué se deprimen los perros, no es algo que pensemos imposible de averiguar por nosotros mismos, los perros suelen sentirse deprimidos, cuando se sienten relegados o abandonados. Cuando cambiamos sin que medie una transición los hábitos de nuestro perro, cuando lo dejamos largo tiempo solo, cuando traemos otra mascota al hogar o cuando la familia tiene un bebé, la falta de atención que el perro percibe puede hacerle muy desdichado. Los perros también sienten la pérdida.
En un hogar donde habitan más mascotas, la falta de una por muerte o por cambio de amo, afecta a los perros que han estado conviviendo con la misma, aunque no fueran mascotas bien avenidas, se crean lazos y también afecta a nuestra mascota. Igualmente cuando falta alguien en casa a la que se sentía estrechamente ligada, como el hijo que ha crecido y ha marchado, o como el amo que ha fallecido, son ocasiones en que debemos cuidar más que nunca prodigando afecto a la mascota.
Cual si hacemos lo mismo con las personas que nos rodean, prodigar atención y hacerle sentir parte de lo que ocurre es algo que aunque para algunos no sea perceptible para la mascota, en algún nivel lo es, y la tristeza y decaimiento no siempre es por simple capricho, que un perro deprimido también debe preocuparnos.