Algunas expresiones no parecen tener una razón lógica cuanto se dicen. Una de ellas es la que asegura que cuando a alguien le va mal lleva una vida de perro.
¿Acaso los perros viven mal? Es verdad que un perro que vive en la calle tiene que pasar muy malos momentos, como dormir al raso, pasar frío en invierno, calor en verano, sufrir cuando llueve… a lo que se le añade el maltrato al que son sometidos algunos de ellos.
Pero la realidad de los perros domésticos es bien distinta. Tienen un lugar cómodo y cálido para dormir, alimento todos los días y los cuidados de sus cariñosos dueños, que los sacan a pasear y les traen regalos y golosinas. Disfrutan en ocasiones de más comodidades que algunas personas y tienen un lugar privilegiado dentro de la familia.
Sin embargo cuando oímos que alguien está llevando una vida de perro no se nos viene a la mente que le estén tratando bien, sino todo lo contrario: que no llegue a fin de mes, que tenga alguna penosa enfermedad o que en casa le estén tratando mal.
Y es que esa es otra expresión que a veces se dice cuando a alguien se le trata con falta de respeto o con malos modos: que se le ha tratado como a un perro. Pues muchos humanos seguro que les gustaría que se les tratara como a perros, que se les diera cariño, comida y caricias cuando lo necesitaran.
Hay humanos que tienen que vivir en la calle, que pasan frío en invierno, calor en verano, y que se empapan cuando llueve. Se les maltrata por el simple hecho de no tener lo suficiente para comer y se les desprecia como si fueran una enfermedad que se tiene que erradicar. A estos seguro que no les importaría llevar una vida de perro.