En la mayoría de los casos, la hora de darle el baño a nuestro perro puede volverse algo incómodo si no sabemos tomar el control, ya que para algunas mascotas este momento suele ponerlos muy nerviosos y debido a esto, pueden sentirse inquietos, alterados y hasta en algunas ocasiones se pueden tornar un poco agresivos, por lo que nos será muy difícil controlarlos y calmarlos si no ponemos en práctica algunas estrategias que nos permitan adaptar a nuestro perro a este hábito, así mismo deberíamos estar al tanto de técnicas que nos faciliten convencer a la mascota que este aseo debe formar parte de su vida.
La idea es no esperar que este episodio pueda convertirse en un problema, sino más bien lograr que ese instante sea un momento grato y placentero tanto para el perro como para el amo.
Los objetos que vamos a necesitar los debemos tener a la mano, muy cerca del lugar que hemos escogido para darle el baño al perro, de esta manera todo estará al alcance y evitaremos que el perro intente salir bruscamente de la tina cuando estemos intentando alcanzar cualquiera de las herramientas que necesitamos al momento, por ejemplo, debes preparar la bañera (preferiblemente con agua tibia), donde le daremos el baño a nuestro perro, a un lado (puede ser en alguna mesita) debes colocar el jabón que usarás, el champú de tu mascota, el acondicionador para desenredar el pelo, el cepillo de tu mascota y la toalla. Será más cómodo parta ti tener todos los materiales a tu alcance sin descuidar a la mascota.
Se recomienda que una vez que termines de bañarlo lo puedas secar muy bien con la toalla e incluso puedes prender un secador (con aire natural) mientras lo peinas y así secará más rápido. También se recomienda dejarlo algunos minutos bajo el sol después del baño, recuerda que su piel es muy diferente a la nuestra y ellos tardan más tiempo en dejar de sentir la humedad en su cuerpo.