Las garrapatas se consideran unos arácnidos, no son insectos, éstas se alimentan de la sangre del animal para poder reproducirse, y pueden producir numerosas enfermedades infecciosas. Las garrapatas aparecen en temporadas de calor, se alojan en espacios frondosos, por ejemplo en el jardín de la casa, parques o zonas de tierra, y allí esperan al perro para poder entrar en ellos.
Cuando nuestro perro esté caminando por algún lugar que haya garrapatas, éstas saltarán encima de él y caminarán por todo su pelo hasta llegar a la parte donde habitarán y se alimentarán (será una zona con piel fina y mayor fuerza de sangre).
Las garrapatas tienen sus propias preferencias, ya que éstas acostumbran a estar en la zona de las orejas, entre los dedos de la pata, en el cuello y cerca de los ojos. No hay perro que pueda liberarse de la irrupción de las garrapatas.
Muchas personas tienden a preocuparse o pensar que esto tiene que ver con la higiene del perro, pero no es así, siempre habrá garrapatas intentando invadir el cuerpo de tu mascota. Claro ésta que siempre debemos estar al pendiente de sus cuidados, además de estar cepillando su pelo a diario y aplicar un champo anti garrapatas mientas lo estés bañando, incluso una revisada dentro de su pelaje no estará demás para saber si ha entrado o no alguno de éstos arácnidos.
Sin embargo es importante reconocer que mientras menos aseado esté tu perro, más propenso estará en atraer garrapatas.
Cuando una garrapata pica al perro éste no sentirá dolor alguno, ya que la garrapata segrega una cantidad de anestesia, lo que hace que la mascota ni siquiera se de cuenta que lo están picando. A veces vemos que los perros suelen rascarse ya que sienten la molesta sensación cuando éstas están caminando en busca del lugar perfecto donde picarlo. Cabe destacar que cuando la garrapata pica al perro le puede producir infecciones u otros daños.