En algunas ocasiones, notamos que nuestro perro no responde tan bien como antes y esto hace que las cosas no sean tan bonitas como antes con él.
No se mueve, apenas come y juega y esto hace que lo llevemos al veterinario. En muchos casos, este lo puede resolver y el perro se cura, pero existen otros casos en los cuales no se sabe que tiene el perro.
En base a esto, un grupo de expertos han investigado qué pasa con los perros cuando nadie sabe que les pasa y han llegado a la conclusión de que los perros también se deprimen. Lo que hasta ahora parecía una enfermedad para humanos y no siempre muy bien vista, también es una enfermedad que sufren los animales, en especial los perros.
La depresión en el perro puede aparecer porque sus dueños no le presten atención, no le den suficiente cariño o no le saquen a pasear lo suficiente.
Hace unos días, veía en un programa de televisión, un gat que estaba muy huraño y apenas se movía, de hecho dormía en su propia arena para cacas. Un especialista en este tipo de problemas, les explico a los dueños que al igual que las personas, el gato estaba deprimido, y era tanta su depresión, que dormir en sus cacas, era lo que creía que merecía.
Si notas que tu perro puede estar pasando por un momento de depresión, lo mejor es que sigas los siguiente consejos
- Sácalo de casa varias veces al día en la medida que puedas
- Compra juguetes con los que se pueda divertir si no estás en casa
- Varía su comida para que no se aburra
- Demuéstrale que es importante para ti, al igual que las personas, ellos se van cuenta cuando alguien no les está prestando atención.
Si tienes la posibilidad, sácalo con otros perros a pasear.