El Refugio denunció a Juper por estos y otros motivos, y hoy Juper les demanda por supuestos perjuicios a su honor.
Desde la organización proteccionista piensan que es intolerable que quien somete a los animales a tales condiciones pueda tener buen nombre El Refugio insistirá a la Comunidad de Madrid para que prescinda de los perros de seguridad en el Metro.
El 20 de julio de 2008 la policía municipal realizó un informe de presuntos malos tratos que originó la denuncia de El Refugio en el Juzgado de Instrucción nº 44 de Plaza de Castilla
Nacho Paunero, presidente de El Refugio, explica delante de la boca de metro de Laguna, en Madrid, la historia de Thor uno de los perros que la empresa Juper tenía trabajando en Metro de Madrid. Con un cartel en el que se puede leer: «Un día del mes de julio en la vida de Thor, 18 horas de trabajo».
«A las 04:45h de la mañana», explica Paunero, «sacan de la jaula a Thor y le ponen a trabajar. Le meten en una furgoneta sin ventilación, donde no se puede poner de pie, con el bozal puesto y le llevan a la boca de metro de Laguna donde llega a las 06:32h (más de una hora y media de trayecto enjaulado). Después de doce horas dentro del Metro, a las 18:30h le vuelven a meter en la misma furgoneta, le dan vueltas por Madrid y llega a Juper a las 22:45h (cuatro horas y quince minutos de paseo-tortura. Acaba rendido en su jaula a las 23:00h (más de 18 horas de trabajo seguidas). Descansa unas horas y al día siguiente le vuelven a levantar las 04:45h». Seguidamente Paunero, muestra un cuadrante en el que se puede ver como un perro, Carlo, trabaja hasta 24 días seguidos, sin descansar ninguno, en el mes de julio. Finalmente desde El Refugio llaman a la reflexión haciendo uso de la Constitución y de algunas imágenes donde se puede ver algún perro en las furgonetas donde eran transportados por Juper y enjaulados en las instalaciones que Metro de Madrid tenía.
