Si bien es cierto que la calle es uno de los lugares donde más disfruta nuestro perro, debemos ser conscientes de los peligros que allí puede haber. Tomando las precauciones necesarias, podremos protegerlo de cualquier tipo de accidente o efectos nocivos para su salud.
En primer lugar, si lo que tenemos es un cachorro recién nacido, lo conveniente es evitar cualquier tipo de paseo y contacto con otros perros. Recomendamos esperar hasta que el veterinario haya aplicado todas las vacunas correspondientes y el pequeño se encuentre lo suficientemente fuerte como para resistir a cualquier contagio infeccioso.
Si acostumbramos de pequeña a nuestra mascota, podremos sacarla a pasear con correa y será aceptado como un proceso natural. Sobre todo en la ciudad conviene utilizar la correa, de manera que resulte más sencillo reaccionar ante cualquier tipo de situación: enfrentamiento con otros canes, olfateo de heces, acercamiento a acumulaciones de residuos, entre otras.
Hay quienes dejan salir solos a sus perros del hogar para que puedan hacer sus necesidades. Pensemos un poco: no es demasiado el tiempo que nos requiere acompañarlo y controlarlo, ¿no creen?. Nuestra mascota se merece nuestro cuidado y atención.