El procedimiento para bañar a un perro dependerá de varios factores. Por ejemplo, uno de ellos tiene que ver con el tamaño del animal. Si se trata de un cachorro o una raza pequeña, podremos ofrecerle un baño en el lavamanos o en una bañera. En cambio, una raza mediana o grande traerá sus complicaciones en cuanto al lugar.
En este caso una opción interesante dentro del hogar es utilizar la ducha de nuestro baño. Al finalizar el procedimiento seguro tendremos una ardua tarea de higiene en el lugar, pero vale la pena si nuestra mascota puede disfrutar de un aseo completo para un desarrollo saludable.
Otra de las cuestiones referidas a las razas de perros tiene que ver con el pelaje. Un canino de pelo corto no presenta demasiadas complicaciones. Si hablamos de una raza de pelo largo deberemos tomar algunos recaudos: cepillarlo previamente para que no se le formen nudos en el pelaje, utilizar además del shampoo algún acondicionador para lograr mayor suavidad, secar con una toalla y además implementar el uso de un secador de pelo, en la potencia más baja.
Lo importante es asegurarnos de que todos y cada uno de los rincones de su cuerpo puedan acceder a un aseo completo. Los primeros baños tal vez resultan un tanto complicados, pero si acostumbramos a nuestros perros lograrán adoptarlo como un hábito.




