Cuando usted mira a su mascota, tirada a su lado en el suelo, jugando en el patio, o en el coche de camino al veterinario, ¿qué ve? Al tomar decisiones sobre la salud y el bienestar de su perro (o gato, pájaro, conejo, etc.), ¿qué pensamientos influyen en sus decisiones?
Todo el mundo mira a su mascota de manera diferente. Algunas personas tienen a sus animales como propiedad. La idea básica detrás de «propiedad» es que la mascota cumple una función y es digno de una cierta cantidad de dinero. Esa función puede variar desde la vigilancia a llegar a actuar como una decoración de lujo. Una mascota, al igual que una lámpara, puede ser comprada y vendida como que el propietario desee.
Muchas más personas ven a sus mascotas como compañeros, y no como bienes. Estas personas todavía creen en la propiedad, pero dan a una mascota un valor monetario y emocional. Los animales de compañía pueden hacer todas las cosas que una mascota «propiedad» puede hacer, y además cubrir una gran variedad funciones y participar en sus vidas de una manera compleja. Estas mascotas se convierten en compañeros de ejercicio, edredones, y amigos nocturnos de televisión.
El tercer nivel es la familia. Algunas personas tratan a sus mascotas como un miembro de la familia. Estos animales ya no son considerados como propiedad, consideran que sus mascotas tienen las mismas necesidades emocionales que los seres humanos. Admiten que los animales se convierten entonces en el eterno «niño» de la familia.
No hay nada malo con cualquiera de los tres anteriores puntos de vista, siempre y cuando el bienestar del animal (salud mental y física) sea la prioridad principal, y este siempre atendido.
El dueño tiene que entender el papel su mascota, ya que este será crucial determinar cómo se toman las decisiones. ¿Cuánto dinero está dispuesto a desembolsar en una situación de emergencia de su mascota? ¿Qué tipo de calidad de vida quiere para su mascota? Si nos fijamos en estas cuestiones de cerca, se darás cuenta de que, en nuestra sociedad, estas preguntas no son ya sólo de dinero, sino que tratan de las emociones. Tienen que ver con las emociones y las decisiones que tendrá que hacer para su mascota, ya sea que lo considere como una posesión, un compañero, un amigo o miembro de la familia.