La discusión acerca de la esterilización de perros forma parte de un amplio debate donde hay muchos que están a favor y otros en contra de esta práctica, cuyo objetivo primordial es el control de natalidad en los perros. Hoy explicaremos algunos aspectos básicos sobre la castración de las hembras o ovariohisterectomía (OVH).
Lo cierto es que la intervención para esterilizar a la hembra es mucho más invasiva que el método utilizado en los machos. Este tipo de operación consiste en la extracción de los ovarios, las trompas de falopio y el útero. Debido a las múltiples suturas que se le deben practicar a la mascota, el postoperatorio es bastante delicado.
Como en toda intervención quirúrgica, pueden existir ciertos riesgos una vez finalizada la operación. Por ejemplo, algún tipo de infección en las suturas, hemorragias, incontinencia urinaria, entre otras. Otro de los riesgos fundamentales tiene que ver con el profesional que realiza la operación. Asegúrate de llevar a tu mascota con un doctor de conocido prestigio.
Los cuidados de una perra esterilizada durante el período postoperatorio, consisten en seguir las indicaciones del veterinario en cuestiones referidas a la alimentación y la administración de los medicamentos. La adquisición de un collar isabelino puede ser muy útil para evitar que la mascota tienda a lamer o arrancar los puntos de la sutura.




