Al momento de adoptar un perro como mascota debemos saber que seremos responsables de su cuidado y salud durante el resto de su vida. Una de las tareas que tendremos a nuestro cargo será cuidar su alimentación y evitar ofrecerle aquellas comidas o ingredientes que podrían ocasionarle algún tipo de alergia.
Puede resultar complicado determinar si la picazón que presenta nuestra mascota se debe realmente a un alimento que su cuerpo no recibe de la mejor manera, o simplemente se trata de pulgas o el polen y otros elementos del ambiente. Quien puede verificar con exactitud el tipo de alergia es nuestro veterinario de confianza.
La manifestación de síntomas puede incluir diarreas graves o reacciones cutáneas y picaduras en determinadas partes de su cuerpo, siendo más comunes en la cara, las orejas y los pies. Ante el menor indicio de malestar consultemos con su doctor para que pueda aliviarlo lo antes posible.
No existe cura para este tipo de afección. Lo único que podemos hacer es tratar de evitar los alimentos que le provocan una reacción alérgica. Los más comunes son el maiz, el trigo y la soja. Dependiendo del organismo también pueden ser nocivos ciertos lácteos, o algunas carnes de ternera o pollo.
Es momento de cuidar a nuestros amigos y colaborar en una sana digestión y ayudarlos a tener un crecimiento saludable.
