Entrenar la obediencia en su perro tal vez no resuelta todos los problemas de conducta, pero es la base para desarrollar en su mascota una serie de pautas comportamentales deseables. Esta formación abre una línea de comunicación entre usted y su perro, necesaria para instruir a su perrito y lograr que éste haga lo que usted desea, desarrollando de esta forma una convivencia sana y placentera en su hogar.
Los perros son esencialmente sociales y, sin la formación adecuada, se comportan como animales: harán sus necesidades en el suelo, destruirán sus pertenencias, ladrarán mucho, cavarán hoyos en el jardín, pelearán contra otros perros e incluso pueden llegar a morder a alguien. Casi todos los problemas conductuales son actividades caninas completamente normales en su especie. La clave está en enseñarles a redirigir este tipo de conductas normales a los puntos que son aceptables dentro del ámbito doméstico.
El entrenamiento de la obediencia es una manera de establecer la jerarquía social dentro de la casa. Considere siempre que usted es quien manda en el hogar y no la mascota. La idea, siempre, es que todas estas clases de adiestramiento canino entre usted y su perrito sean divertidas para ambos. Al mismo tiempo que promueve conductas deseables para él, su perro se sentirá gratificado pues, al fin y al cabo, la convivencia será más agradable y sana.
