Más que una mera descripción física o de carácter, este artículo va a ser una especie de “basta ya”. Porque es injusta la leyenda negra escrita alrededor del rottweiler: tal vez las palabras “agresivo” o “peligroso” debieran aplicársele a ciertos amos irresponsables que se han hecho con un animal de carácter al que hay que saber educar o, peor a un que han educado a su perro, de cerca de cincuenta kilos, moloso, en la violencia.
Si hemos de describir el carácter del rottweiler, hagámoslo atendiendo a cómo es su mirada: es un niño pequeño en búsqueda constante de la aprobación de sus mayores, sólo que los mayores, en este cao, son los humanos. Por tal motivo son capaces de los mayores sacrificios.
Rompamos con mitos y mentiras
Contrariamente a lo que la ignorancia de quienes desconocen por completo la raza propugna, son animales muy tranquilos, dóciles, valientes y amigables hasta extremos inimaginables en otras razas de perros que muchos consideran más apropiadas para convivir con el ser humano. Es más, hasta tal punto son obedientes que un rottweileres el único animal que, entrenado en el ataque-defensa, es capaz de interrumpir un ataque una vez que lo ha iniciado.
Por otra parte, como perro grande que es, sabe muy bien de su fuerza, de tal forma que se cuida mucho de hacer daño con ella a humanos y perros. Es por eso, por su altísima inteligencia y por su nobleza más allá de cualquier consideración que puede ser, a la vez, un guardián implacable cuando sus amos no están y un peluche enorme para que los niños lo cabalguen y le tiren de las orejas. La respuesta más violenta, si el perro está correctamente educado, será un lametón.
Si es cierto que a todos nos gusta la verdad; si nos molesta que nos engañen, investiguemos. Conozcamos a una raza que tiene de agresiva lo que lo imbuyan sus amos.
Más sobre Rottweiler
